El turismo está jugando un papel cada vez más importante en la economía mundial, de tal modo que la cuota que representa el conjunto de actividades turísticas en la actividad económica en la mayoría de los países es creciente, y la tendencia es que así va a seguir ocurriendo en los próximos años.
Es por esto que hoy en día, existe una gran competitividad en el sector turístico y por consiguiente en la hotelería, debido tanto a la oferta nacional como internacional. Están surgiendo otros destinos con ofertas turísticas muy interesantes y a unos precios francamente competitivos, y al parecer no existen muchas soluciones para esta situación, por lo que tal vez la más lógica y viable consista en apostar por la calidad, ya que, gracias a la misma, el precio puede quedar relegado a un segundo plano. Así, este aumento de la competitividad hace que la calidad sea un objetivo permanente, que ha de orientar las actividades desarrolladas por los distintos subsectores turísticos, como son los establecimientos hoteleros.
Es así que podemos decir que la competencia es exigente, no nos permite echarnos a dormir, nos obliga a superarnos, a ser mejores; afortunadamente.
Un hotel por supuesto no es ajeno a esta realidad. De hecho es un caldo de cultivo en el que ese espíritu competitivo alcanza sus mayores grados. Y la calidad es a la vez un vehículo y un objetivo que motiva y alimenta ese espíritu.
De esta manera, el presente trabajo acopia la información necesaria para conocer un poco más acerca de la calidad (como concepto general) y la calidad hotelera (dentro del contexto del turismo y la hotelería), para dar una nueva visión de cómo lograr ser competitivos en este ámbito y brindar siempre servicios y/o productos capaces de satisfacer e incluso superar las expectativas y necesidades de nuestros clientes.
Es por esto que hoy en día, existe una gran competitividad en el sector turístico y por consiguiente en la hotelería, debido tanto a la oferta nacional como internacional. Están surgiendo otros destinos con ofertas turísticas muy interesantes y a unos precios francamente competitivos, y al parecer no existen muchas soluciones para esta situación, por lo que tal vez la más lógica y viable consista en apostar por la calidad, ya que, gracias a la misma, el precio puede quedar relegado a un segundo plano. Así, este aumento de la competitividad hace que la calidad sea un objetivo permanente, que ha de orientar las actividades desarrolladas por los distintos subsectores turísticos, como son los establecimientos hoteleros.
Es así que podemos decir que la competencia es exigente, no nos permite echarnos a dormir, nos obliga a superarnos, a ser mejores; afortunadamente.
Un hotel por supuesto no es ajeno a esta realidad. De hecho es un caldo de cultivo en el que ese espíritu competitivo alcanza sus mayores grados. Y la calidad es a la vez un vehículo y un objetivo que motiva y alimenta ese espíritu.
De esta manera, el presente trabajo acopia la información necesaria para conocer un poco más acerca de la calidad (como concepto general) y la calidad hotelera (dentro del contexto del turismo y la hotelería), para dar una nueva visión de cómo lograr ser competitivos en este ámbito y brindar siempre servicios y/o productos capaces de satisfacer e incluso superar las expectativas y necesidades de nuestros clientes.
CONCEPTO DE CALIDAD
Definición UNE – EN – ISO 9000:2000:
La calidad es el grado en el que un conjunto de características inherentes cumplen con las necesidades o expectativas establecidas, que suelen ser implícitas y obligatorias.
Según la American Society for Quality Control calidad es: “La totalidad de funciones y características de un producto que determinan la capacidad para satisfacer las necesidades de un grupo de usuarios” (Larrea, 1991). Por supuesto que existen muchos autores y muchas definiciones similares, pero contemplada la calidad desde un concepto estratégico, quien define la calidad día con día, es el cliente.
Definición UNE – EN – ISO 9000:2000:
La calidad es el grado en el que un conjunto de características inherentes cumplen con las necesidades o expectativas establecidas, que suelen ser implícitas y obligatorias.
Según la American Society for Quality Control calidad es: “La totalidad de funciones y características de un producto que determinan la capacidad para satisfacer las necesidades de un grupo de usuarios” (Larrea, 1991). Por supuesto que existen muchos autores y muchas definiciones similares, pero contemplada la calidad desde un concepto estratégico, quien define la calidad día con día, es el cliente.
La Calidad es herramienta básica para una propiedad inherente de cualquier cosa que permite que esta sea comparada con cualquier otra de su misma especie.
La palabra calidad tiene múltiples significados. Es un conjunto de propiedades inherentes a un objeto que le confieren capacidad para satisfacer necesidades implícitas o explícitas. La calidad de un producto o servicio es la percepción que el cliente tiene del mismo, es una fijación mental del consumidor que asume conformidad con dicho producto o servicio y la capacidad del mismo para satisfacer sus necesidades.
La palabra calidad tiene múltiples significados. Es un conjunto de propiedades inherentes a un objeto que le confieren capacidad para satisfacer necesidades implícitas o explícitas. La calidad de un producto o servicio es la percepción que el cliente tiene del mismo, es una fijación mental del consumidor que asume conformidad con dicho producto o servicio y la capacidad del mismo para satisfacer sus necesidades.
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