El benchmarking es un proceso continuo de medición de productos, servicios y procesos que permite compararse con los principales competidores o con aquellas compañías reconocidas como líderes en la industria.
Se inicia con un análisis de las prácticas y actividades existentes dentro de la organización, con el objetivo de entender los procesos o actividades, para después identificar un punto de referencia" o estándar externo, con el cual dicha actividad pueda ser medida o comparada.
El benchmarking debe estar dirigido a generar valor para que llegue a ser una herramienta gerencial eficaz. Un benchmark puede establecerse a cualquier nivel de la organización, en cualquiera de sus áreas. El objetivo final es simple: ser mejor que el mejor, es decir, alcanzar el nivel competitivo más alto.
La búsqueda continua de la excelencia es el objetivo central de las prácticas de benchmarking. El punto de inicio en alcanzar la excelencia es el cliente. Ya sea interno o externo a la organización, el cliente establece sus expectativas sobre la calidad y es el juez último de la misma.
Un auténtico proyecto de benchmarking se inicia cuando se plantean las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es el valor que obtendré al conocer este proceso?
- ¿Cuáles son las áreas de oportunidad dentro de mi organización que permiten generar valor para mis clientes?
- ¿Qué es lo que pretendo lograr?
- ¿En dónde se genera el problema o la oportunidad en costo, tiempo, cantidad, calidad o factores humanos?
¿ Que podemos lograr con Benchmarking?
o Estimular de una manera objetiva la revisión de procesos, prácticas y sistemas.
o Descubrir y plegar las interconexiones entre las partes de la organización.
o Despertar el sentido competitivo de las unidades mediocres.
o Proporcionar información específica externa sobre métodos de operación.
o Originar preguntas e identificar de manera potencial los mejores caminos para operar.
o Superar la barrera del síndrome "no fue inventado aquí", para lograr el cambio.
o Dar soporte a los propósitos para hacer el cambio.
o Presentar una tarea común para mejorar los procesos.
El benchmarking no provee respuestas, sugiere prioridades, o prescribe una acción. Un exitoso proyecto de benchmarking produce información, más que opiniones.
El benchmarking puede aplicarse a cualquier proceso del que se disponga información, socios voluntarios y valor significativo potencial.
La clave para medir el desempeño es hacer las tareas visibles. Las mediciones se aplican a todo lo largo de un proyecto de benchmarking, desde analizar la práctica o el proceso hasta calcular el valor agregado del cambio o impacto..
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